sábado, 18 de junio de 2011

Silver Lining

Para mí, desde fines del 2010, se produjo un cambio que jamás pensaría sucedería. Poco a poco comencé a darme cuenta que las cosas que antes no me interesaban, comenzaban a interesarme.

Comencé a darme cuenta de los pocos amigos que tenia, empezaba a demostrarles mi afecto. A mi familia aprendí a decirles y a mis amigos de la misma manera, que los quiero.

Me di cuenta solamente en dos meses, que la felicidad existe, que podía fusionar el universo con mis pensamientos, y lo más importante, focalizarlos hacia otra persona. Aprendí a volar, aprendí a presionar enviar, sin ningún miedo, aprendí a decir lo que pensaba y sentía.

Me di cuenta de la sabiduría de la vida, que no se puede ir en contra de ella, ni menos desafiarla, siempre te hace comerte tus propias palabras, a nunca decir nunca. Que la vida te prepara a vivir el dulce y agraz, sino como podrías conocer la felicidad? Muchas veces pensé por qué no nacer con un chip instalado en el pecho para ser feliz, obviamente ni fuese siempre feliz, no estaría preparado para no serlo, como sería sentir eso.

Me enseñaron a perder antes que ganar. Por lo cierto siempre hay que saber perder para ganar, un triunfo en medio de las derrotas siempre es bien recibido, disfrutado, sin mirar en menos, a un contrincante que orgullosamente de serlo, solo esta vez perdió.

Vincular esto a lo largo de los años ha sido lo más complicado, por qué no nacer con las respuestas completas acerca de la vida, no tendría sentido. Su momento culmine será cuando se renueve el ciclo de la vida. Sin duda que al pasar de la vida en sí, de los momentos vividos, encontraré el sentido de muchas cosas, con sus defectos y virtudes.

Y en consideración de todo, nada puede evitar ir en busca de la felicidad, que por momentos o lapsus realmente cortos, permiten a la vida tomar sentido, para perseguir los sueños y anhelos.

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